martes, 22 de noviembre de 2016

Análisis crítico peliculero: Escuadrón Suicida (Suicide Squad - Extended Cut, 2016)


No más de dos o tres minutos de pantalla tiene Batman es esta peli. Y solo por eso viajé 190 kilómetros desde el pueblo donde vivo para ir al cine a ver Suicide Squad (2016, David Ayer).
Batman en una de sus apariciones en Suicide Squad (2016)
Escribo esta reseña ahora, ya que se estrenó la versión Extendida, para tenerla más fresca en la memoria, y para aportar algunos otros datos ya que se supone que con los minutos extra, algo mas debería tener… Error. No me pareció buena en su momento. Y ahora no mejoró en nada.
Cuando en los noventa descubrí al “Escuadrón Suicida” en su versión papel, la idea de ver una película de este equipo se me hizo más que seductora (Aunque lejana e imposible en esos días).
La idea es fabulosa: Un equipo conformado por villanos del universo DC (En su mayoría emparentados con Batman, hay que decirlo) de segunda línea, los cuales se ocupan de misiones encubiertas coordinadas por la terrible Amanda Waller, una funcionaria gubernamental, y comandadas por Rick Flag un soldado de esos duros. Entre los villanos encontramos a Deadshot, Nightshade, Capitán Boomerang, entre otros, y en los primeros números son asistidos por el mismísimo Oswald Cobblepot, el Pingüino. Creado (O re-creado) por John Ostrander en la década del 80, el grupo gozó de una interesante popularidad y apareció posteriormente en series animadas y live action. 
Cuando se planteó el DC Extended Universe, la idea era apurar la cosa para alcanzar al desarrollo que Marvel Studios, lleva al momento, y eso estaba claro.
Después del fiasco de crítica de Batman V Superman (2016, Zack Snyder), el estudio dio un volantazo y cambió la perspectiva de esta película, haciéndola más “colorida” y sumándole chistes a los diálogos.
Cuando se anunció Suicide Squad a principios del año pasado, los rumores de casting y de cómo iría la historia fueron más fuertes incluso que con el enfrentamiento de los Mejores del Mundo. Se hablaba de Jared Leto como el Guasón (Recién ganaba el Oscar como Mejor actor de reparto), de Tom Hardy como Flag, y del gran llamador de taquilla Will Smith como Deadshot. La película iba a tener el tono oscuro y violento que los fanáticos esperaban de semejante título y hasta Batman iba a tener una participación.
Es así: Amanda Waller, tras la muerte de Superman a manos de Doomsday en BvS, quiere crear un grupo de villanos con poderes o “capacidades”, para llevar adelante tareas duras como el caso de un alien que no venga a hacer amigos.
A pesar de que tiene la negativa de toda la cúpula militar norteamericana, logra reunir a Deadshot, Killer Croc, Harley Quinn, Capitán Boomerang, Diablo y un par más para formar su Task Force X. Cuando uno de los que se suponía participantes del equipo (Enchantress) se escapa, porque era obvio que no iban a poder mantenerla a raya, el “escuadrón suicida” debe entrar en acción para rescatar a alguien importante en medio del caos en Midway City… y ese alguien importante es justamente Amanda Waller que JUSTO estaba en el edificio más grande del centro de la ciudad sin capacidad de llegar al techo por si sola para que la busque un helicóptero.
En medio de todo, ese elefante en medio de la habitación que es el Guasón (Joker, Comodín, o como prefieran) anda dando vueltas porque quiere rescatar a su amada (¿) Harley Quinn. Enchantress dice que piensa crear una “maquina”, que nunca vemos, solo un gran rayo azul que sale del piso de una estación de trenes hacia el cielo, y que en minutos finales de la cinta empieza a destrozar lugares de importancia táctica para el gobierno yanqui, mientras manda a una especie de soldados zombies a luchar contra nuestros villanos favoritos. Tiene a su hermano semi dios ayudándola, pero al que
Task Force X en acción.
destruyen (con todo su poderío inmortal) con una simple bomba abajo del piso donde está parado. El Task Force X se bate a duelo mano a mano con Enchantress, que aunque es superpoderosa prefiere agarrarse a capa y espadas (porque son dos espadas) con el grupo y por supuesto perece.
Eso es Suicide Squad (2016), nada más que eso. ¿Referencias? Pocas, si decimos que esta película es justamente de esas que sirven solo para expandir el universo cinematográfico de DC, y salvo un par de apariciones de Batman en flashbacks y de Flash en una toma única y de menos de 2 segundos de duración, no hay mucho más. Hay más referencias en un capítulo de Supergirl en CW. ¿Historia? Un sinsentido de momentos que no llevan a nada, con personajes desperdiciados y buenos actores con líneas pobres. En veinte, VEINTE, minutos de metraje se estrellan tres helicópteros, pero los personajes principales siempre salen ilesos, sin un moretón siquiera. Rick Flag es un militar duro, un Rambo en medio de villanos de poca monta, pero acá es representado como un pobre soldadito enamorado (interpretado por el mediocre Joel Kinnaman, el RoboCop del 2013). ¿Música? ¿Edición? Una seguidilla de temas retro a lo Tarantino, pero sin pasión ni coherencia con la escena que acompaña, además de una edición pobre y tan frenética que no entendemos ni la mitad. Esta generación de editores y camarógrafos que creen que hacer cine de acción es cortar y pegar tomas movidas sin importar que se vea en pantalla arruinaron el género los últimos años. ¿El Joker/Guasón?
Aún así, mejor historia de amor que Crepúsculo...
Jared Leto es buen actor, no se puede negar. Pero lo que los guionistas escribieron para él, esta versión edulcorada y gangsta del personaje no funciona en lo más mínimo. Sus apariciones esporádicas a lo largo del relato están bien, esa subtrama de él buscando a Harley es interesante, pero mal hecha, mal incorporada. La relación entre él y Harley es totalmente diferente, llevada a una especia de romanticismo y simbiosis que en las historias previas de los personajes, la verdad, nunca vimos. 
Esta versión extendida solo aporta un par de minutos extra de diálogos, una escena más del Joker con Harleen antes de ser Harley, pero no suma al todo. 
Basta de pálidas, ¿Cosas a favor? Amanda Waller está bastante bien en la piel de Viola Davis. Will Smith crea su propio Deadshot, un personaje un poco plano a veces (No es el IronMan de Robert Downey Jr., pero bien). Margot Robbie es Harley Quinn sin dudas, pero el guion no ayuda en nada. Los pocos segundos de Batman en la cinta realmente suman mucho, se lo ve en todo su esplendor actuando como el superhéroe que es. El diseño de Killer Croc es perfecto, no es el monstruo gigante estilo Godzilla que dibuja Jim Lee sino el tipo morrudo con piel de lagarto de la serie animada de Batman de los 90. Y no mucho más…
Hablando con la verdad, y un poco de corazón roto, debo decir que lo que se viene haciendo con este DCEU es bastante pobre, pretensioso y con esa visión de que el espectador va a ir al cine solo porque es Batman, Superman o cualquier personaje de comics, ya que está de moda, y no lo respeta, no lo cuida, no lo aprecia. Ojo que esto viene pasando a nivel general en el cine Hollywodense de los últimos años. De todos modos la esperanza no se pierde, y esperemos que con Wonder Woman y, aún más, la Liga de la Justicia en 2017, el nivel mejore y veamos una buena historia con nuestros personajes favoritos en la gran pantalla, como realmente se merecen tanto estos como nosotros los espectadores y amantes de este tipo de cine.
Deadshot (Will Smith) y Harley Quinn (Margot Robbie): Los puntos fuertes de la peli.