Nota originalmente publicada en: Telarania.com
La Broma Asesina, es una novela gráfica publicada en 1987,
escrita por el siempre controversial pero admirado Alan Moore y con dibujos del
magistral Brian Bolland, un tipo que hoy solo hace tapas. Leí La Broma Asesina,
traducida como La Broma Mortal, en 1997 cuando Grupo Editorial Vid la editó
para Latinoamérica, y se convirtió en mi historia favorita de Batman, la cual
releí varias veces. Junto con The Dark Knight Returns de Frank Miller, estas dos
deben ser las historias más representativas y más importantes del universo de
Batman, donde la locura y la sanidad están mezcladas.
Las últimas películas animadas de DC/Warner, vienen siendo
adaptaciones cuasi fieles a historias ya publicadas en los cuadritos, distinto
a lo que en un principio hicieron Bruce Timm y Paul Dini con La Máscara del
Fantasma (Primer peli animada de Batman, siguiendo la línea de la serie
animada) donde era una película con un relato original, basado ligeramente en
la saga Año Dos. Ahora solo se dedican a “copiar y pegar” historias ya exitosas
en los comics, y retocarlas par que el público novel/noobie/común (Léase “no
geek”) la comprenda.
La fórmula funcionó en Justice League: War, o en Batman
Under the Red Hood, pero acá no funciona para nada, quizá porque esta historia
es demasiado intimista, no merecía expansión.
La Broma Asesina, tiene muchas aristas para ser un relato
tan corto: Básicamente es el enfrentamiento definitivo entre Batman y el
Guasón, relata un “posible” (En palabras del propio payaso: “Nunca lo recuerdo
de la misma forma dos veces”) origen del príncipe del crimen, y expone el
latente argumento de que Batman esta tan loco como los criminales a los que
persigue. Y marca la vida de Bárbara Gordon desde ese momento en el futuro del
comic, sin vueltas atrás (o casi), como suele ser en otros casos.
El Guasón (O Joker, o Comodín, o Coringa, o como usted
prefiera), con voz de Mark “Luke Skywalker” Hamill, secuestra al comisionado
Gordon para hacerlo pasar un mal día, ya que en su parecer solo hace falta un
mal día en la vida de alguien para volverlo loco. Batman debe ir a rescatarlo y
el duelo se da más a nivel psicológico y en dialogo, más que con golpes de
puño. Tiene mucho monologo interno, que se pierde en la animación, y los
momentos de tensión (Como el encuentro del “Guasón” y Batman en el Asilo
Arkham) pierden muchísima fuerza a pesar de que el Caballero de la Noche cuenta
con la voz del siempre genial Kevin Conroy.
La película, tratando de explicar quién es Bárbara Gordon
(esa Batichica que ya no es, que en el comic es protagonista de la escena más
fuerte y una de las que más impacto tuvo en la historia de Batman), presenta
una especie de prólogo al relato original, donde la protagonista absoluta es
ella y su enamoramiento del hombre murciélago, para llegar al desenlace de su
romance por una cuestión de puro celo telenovelero y justificar el impacto que
debe tener la escena a la que hacía alusión renglones más arriba, en el veedor.
Sin caer en spoilers.
Terminando eso, pasados 28 minutos de metraje, llegamos a la
verdadera adaptación de La Broma Asesina. Como dijimos, es un relato más bien
corto, que en pantalla da para poco más de unos 40 minutos.
En su versión novela gráfica, también mostraba una estética
casi de los 50, con el diseño del primer Batimóvil, con policías y maleantes de
sobretodo y sombreros de ala ancha, que en la adaptación animada se pierde en
medio de los celulares, las computadoras de pantalla plana y el Batimóvil moderno,
poco inspirado.
Batman: La Broma Asesina (2016), llego a los cines este año,
por un par de días, solo por propósito comercial, publicitario de las películas
con actores por venir, es una animación pura y exclusivamente para video, poco
pulida y como adaptación falla estrepitosamente, sumando subtramas innecesarias
y que solo fueron agregadas para sumar minutos al metraje y poder meterla al
mercado. Llega a su formato original, el DVD hogareño, el 4 de Agosto.
Poco interesante propuesta, que vas a disfrutar más si no
leíste la novela gráfica original, de la que pierde muchos de sus ingredientes más
importantes en el traspaso a la pantalla. Dato menor, pero no poco importante:
La adaptación, del comic a la pantalla, corrió por parte del mismísimo Brian
Azzarello, un guionista que prácticamente reinventó al Guasón en los comics, en
su novela gráfica “Joker” (de donde tomaron la estética para el Guasón de Heath
Ledger en la película de Christopher Nolan de 2008, The Dark Knight).
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